El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, durante la XXIV Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), expresó que «el sistema de relaciones internacionales sufre los desbalances de un orden injusto, desigual y excluyente».
«Somos testigos de la promoción de discursos de odio y violencia, de estímulos desembolsados al extremismo y de regreso a viejos, pero no superados, mecanismos de dominación imperialista, a los intentos de golpe de Estado y de persecución a figuras políticas de izquierda y progresistas», que forman parte de una «feroz maquinaria comunicacional dirigida a sembrar el terror y la mentira de la doctrina Monroe», agregó.
Para el mandatario cubano «recobrar el multilateralismo para avanzar hacia un nuevo orden mundial, en el que los países del sur participen en pie de igualdad en la toma de decisiones globales».
Puntualizó la necesidad, desde el ALBA-TCP, de constituir «una nueva arquitectura financiera internacional que cierre la brecha que hoy separa al norte y al sur para que brinde un tratamiento justo a los países en desarrollo en el proceso de la toma de decisiones y en el acceso a fuentes de financiamiento».
Por otro lado, condenó los acontecimientos en Siria que «provocaron un cambio de poder», asegurando que «forman parte de una peligrosa y arriesgada remodelación de la región de Oriente Medio al servicio de los intereses de Estados Unidos, Israel y Occidente».
«Hacemos un firme llamado a preservar la soberanía, la integridad territorial y la independencia de Siria y la unidad de su pueblo», exhortó, al tiempo que repudió los ataques perpetrados contra el pueblo palestino, libanés e iraní.