El presidente Nicolás Maduro denunció este lunes las graves violaciones de derechos humanos contra migrantes venezolanos por parte del régimen de Nayib Bukele en El Salvador, en coordinación con las políticas migratorias de Estados Unidos.
«Es la mayor agresión que ha recibido país alguno en América latina y el Caribe, y una agresión a todo el pueblo de Venezuela, porque nuestros migrante no son terroristas, no son delincuentes, no son asesinos, nuestro migrante son gente de bien, noble, trabajadora ,productiva», subrayó.
El mandatario nacional calificó estas acciones como actos fascistas y nazis, comparando los centros de detención en El Salvador con campos de concentración.
Maduro se refirió específicamente al secuestro y traslado forzoso de connacionales desde Estados Unidos hacia El Salvador, donde son sometidos a condiciones inhumanas sin derecho a defensa ni debido proceso.
«No puede ser que por ser venezolano una persona sea capturada, condenada y enviada a campos de concentración en El Salvador», cuestionó.
«¿Desde el respeto, usted va a amparar esta injusticia? ¿Sin derecho a ningún proceso, creando campos de concentración y metiendo a gente de bien en cárceles sin juicios?», dijo Maduro a Bukele, su homólogo salvadoreño.
El dignatario también cuestionó la criminalización de los migrantes basada en prejuicios y estereotipos. «¿Es justo, legal y humano proceder de tal manera contra una persona solo porque es migrante, o solo porque tiene un tatuaje?», reflexionó.
Aclaró que, si algún venezolano comete un delito en otro país, corresponde a la justicia de ese territorio investigar y garantizar el derecho a la defensa. «La justicia determina, y si es culpable, que cumpla con lo que corresponda según la ley», afirmó.
Igualmente, Maduro comparó las deportaciones masivas y las condiciones de detención en El Salvador con las prácticas del régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
«Estamos hablando de campos de concentración, de personas secuestradas y torturadas solo por ser venezolanos. Esto es una violación flagrante de los derechos humanos y una muestra clara de fascismo», afirmó.
El mandatario también criticó la Ley de Enemigos Extranjeros de Estados Unidos, utilizada para justificar estas deportaciones, y reiteró que Venezuela está dispuesta a colaborar con la justicia internacional para garantizar el respeto a los derechos de sus ciudadanos.
«Si Estados Unidos tiene algún caso que investigar, activemos el diálogo y, de acuerdo con la ley y la justicia, veremos qué se hace», propuso.
El jefe de Estado aseguró que el gobierno no descansará hasta garantizar el retorno seguro de todos los venezolanos afectados por estas políticas migratorias.
«Venezuela está presta y lista para denunciar estas violaciones a los derechos humanos en todos los foros internacionales», afirmó. Además, hizo un llamado a la solidaridad de los pueblos y gobiernos del mundo para frenar estas prácticas fascistas y xenófobas.
El presidente de la República igualmente rechazó la Ley de los Enemigos Extranjeros, señaló que esta ha sido aplicada en momentos críticos de la historia estadounidense.
«Esta ley no se aplicaba porque quedó marcada para siempre como la ley más infausta de la historia de Estados Unidos, cuando se le aplicó al pueblo noble de Japón», afirmó, aludiendo a la creación de campos de concentración para familias japonesas durante la Segunda Guerra Mundial.
«Se crearon campos de concentración dentro de territorio de estados unidos y secuestraron a todas las familias japonesas y las metieron en estos campos de concentración, amparados en qué, en la Ley de Enemigos Extranjeros».